viernes, 22 de noviembre de 2013

Dorsal 261 y 10111

Empezaremos por el final y terminaremos hablando de lo importante.
El pasado 20 de octubre de 2013 corrí mi primera media maratón, 21 km. y 97 metros. Para las personas que habitualmente trabajamos con números, los hay bonitos y feos, y a mi, me toco un dorsal hermoso, el 10.111 que además es número primo (eso ayuda a que sea todavía más bello). Con el número 10.111 me lance, acompañado de mi buen amigo Nasi, a la aventura de terminar la XXIII Medio Maratón de ValenciaTrinidad Alfonso. Cual caballero y su fiel escudero, completamos los 21,096 km. juntos, subidos sobre nuestras runners y con la música a todo volumen como única armadura. La experiencia fue demoledora (2 horas y 2 minutos para recorrer la distancia) y gratificante (hice todo el recorrido corriendo). La sensación al llegar a meta es de euforia contenida porque el agotamiento no te permite hacer ningún exceso físico. Levantar los brazos supone un esfuerzo, y aunque llevaba algún tiempo preparándome para hacer la prueba, la extenuación de mi cuerpo al final de la misma era total. Orgulloso, con mi número primo en el pecho, recogí la bebida isotónica que me ofrecían los abnegados voluntarios de la organización y me dirigí al stand de Amstel para tomar una cerveza muy fría. ¡Que bien sabe esa cerveza!, después del esfuerzo realizado.
Prueba superada. Muchas Gracias Nasi.


Mención especial para las 1.250 mujeres que terminaron la carrera. Chicas sois unas auténticas campeonas. Atrás quedaron aquellos oscuros años en los que las mujeres tenían prohibido correr la maratón. Fue Kathrine Switzer la primera mujer que corrió el mítico maratón de Boston en 1967, con un tiempo de 4 horas y 20 minutos. Esta teutona lució, orgullosa, el dorsal 261, y aunque algún comisario intentó detenerla al más puro estilo del futbol americano, recorrió los 42 km y 195 metros, eliminando una barrera que únicamente la intransigencia y la sinrazón habían mantenido hasta ese momento. No hay prueba que no podáis superar, ni reto que no podáis hollar. La especie más evolucionada sobre la faz de laTierra, es sin ningún genero de duda, la mujer. Y aunque dicen que los ángeles son asexuados, en mi iconografía, un ángel es una mujer. Seguid derribando los muros y barreras que los pobres de espíritu han alzado a vuestro alrededor y alcanzad el puesto que por vuestros méritos os habéis merecido desde siempre. Sois fuertes y sois valientes, adelante. Y seguid corriendo, como en el “261 Women’s Marathon” que se disputará en Mallorca el próximo mes de marzo, y en el que únicamente pueden participar mujeres. No podré participar, pero contáis con mi apoyo incondicional, y seguro que correré esa maratón con el corazón.
Para algunas personas, correr se ha convertido en una filosofía de vida, y no lo digo por Forest Gump. Hace algún tiempo que leí, "De que hablo cuando hablo de correr" del escritor y corredor de maratones japonés Haruki Murakami, y me quede con un supuesto proverbio budista, “Pain is inevitable. Suffering is optional.” Cuando salimos a correr, cada uno, elegimos el sufrimiento que vamos a soportar, aunque sería más correcto decir, que fijamos el esfuerzo personal que vamos a realizar. El corredor de largas distancias forja su alma con tesón y fuerza de voluntad, virtudes que le servirán en la vía cotidiana para afrontar los problemas del día a día.

Es momento de fijar el nuevo reto. Ponte tú el tuyo, y supérate.


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